domingo , septiembre 15 2024

Astrid Carolina Herrera:»cuando se es madre te redimensionas como mujer»

Su fama se la debe a la corona de Miss Mundo 1984 y a su trabajo como actriz en telenovelas y teatro. Años después, Astrid Carolina Herrera nunca se imaginó el revuelo que causaría por haberse convertido en madre a los 50 años, de quien es ahora el centro de su vida: Miranda Carolina

Por Yubelitze Angarita Borges — @Yubelitze –  Fotografía: Víctor Pineda Fotografía.

No fue algo improvisado, no fue que ella se planteó ser madre a los 50 años, simplemente las circunstancias hicieron que el momento se postergara. Años atrás ella ya había tomado la asertiva decisión de vitrificar sus óvulos, un método que da mayor garantía de que en un futuro ocurra el embarazo y sea un embrión genéticamente normal, porque se congelan los óvulos conservando esa edad. El 5 de junio de 2014 nació su mayor sueño hecho realidad, la pequeña Miranda Carolina, a quien ahora dedica su vida.

“En mis relaciones de pareja me daba cuenta de que el tiempo estaba pasando, no resultaban y no eran las idóneas para ser padres de mis hijos, por eso tomé la decisión de vitrificar mis óvulos, porque estaba convencida de que en algún momento quería ser madre. Cuando me vi llegando a los 38 años me dije: “Astrid, te toca producción independiente”. Yo no quise recurrir al banco de semen, porque ya tenía a una persona con quien había llegado a un acuerdo. En mi caso sé quién es el donante”, comenta.

Por causas del destino, más que casualidades, conoció a su gineco-obstetra, el doctor Alfredo Martell —director de la primera unidad de reproducción humana en Venezuela, FERTILAB— a quien cariñosamente llama: “el papá científico de Miranda”, por toda la dedicación y el compromiso que tuvo con sus tratamientos hasta que logró quedar embarazada y dar a luz a su primogénita.

-¿Tuviste dudas?

-Yo hice cuatro tratamientos y después de cada resultado negativo eso me golpeaba. Cuando iba por el segundo me pregunté: “¿Dios mío, será que no me corresponde?”, pero siempre pasaba algo que me daba una señal de que tenía que persistir. Por ejemplo, uno de los tratamientos era costosísimo y no pasó una semana cuando ya gente amiga me lo había conseguido.

Recibí mucha ayuda de amigos y familiares. Además, cuando daba negativo y yo hablaba con Alfredo, él me decía: “mientras sigas intentándolo, yo voy a estar ahí”.

Yo perseguí mi sueño hasta que lo logré, porque siento que uno tiene que ser enfocado en la vida, con los sueños, con la familia. Mi prioridad ahora es Miranda Carolina y por eso ahora soy mucho más enfocada en mi trabajo, con la economía, con todo.

-¿Qué sentiste cuando finalmente lo lograste?

-¡Ahhh no! Cuando me llegaron los resultados yo pasé por un proceso de incredulidad total. Es que cuando hice el último tratamiento me pasó un pequeño accidente y me caí, por lo cual pensé que no había funcionado, porque uno tiene que estar muy tranquila ese día y de reposo. Por eso, cuando me enviaron los resultados de los exámenes, me imaginé que no se había dado. Y cuando abrí el correo, algo predispuesta a que saliera negativo, pero vi que era positivo, pasé como 45 minutos releyendo y pensando que iba a cambiar el resultado. El único que se enteró ese mismo día fue mi médico, Alfredo Martell y eso era que yo lloraba y él lloraba. Dos días después le conté a mi familia.

-¿Qué crees que te ayudó a concluir felizmente tu embarazo?

?Que yo siempre he sido una mujer con una vida sana y por eso mi cuerpo respondió bien. De hecho, a mí no me dio ni mareo, ni nauseas, tuve un embarazo feliz. Yo trabajé, hice teatro porque mi doctor me decía: “recuerda, tú estás embarazada, no estás enferma”.

La maternidad no se pelea con la mujer profesional. Muchas veces no quieren ser madres porque prefieren dedicarse a lo profesional, pero mi consejo realmente es que no le tengan miedo a los hijos. Yo siento que uno se redimensiona como mujer cuando eres madre y las cosas agarran su peso específico. También sé que es complicado, a veces es agobiante, pero les digo, sí se puede.

-¿Te das cuenta de la dimensión del mensaje que estabas dando?

-Después. He recibido infinidad de mensajes de mujeres que me dicen: “si tú lo lograste, yo también puedo” o me preguntan que con quién me hice el tratamiento. Aprovecho de ser una voz cantante y les digo que sí se puede, pero aclaro, no es fácil.

Madre por convicción

-¿Crees en lo que dicen de que por ser madre a mayor edad tienes menos fuerzas para sobrellevar la maternidad?

-Mi consejo es que tengan los hijos jóvenes, pero más allá de eso, yo creo que tienes que estar convencida de que quieres ser madre. Tiene que ver con las ganas, a la edad que sea. Si tienes la convicción a los 20 años, aprovecha la energía y ten tus hijos más joven, igual es si los quieres a los 30 o a los 40 o a los 50 años.

-Eres una mujer con ímpetu y hasta algo acelerada en tu paso y al hablar ¿Miranda te enseñó a ser más paciente?

-Paciente con ella, pero no con el resto de las cosas. Cuando ella se duerme tú me ves lavando, fregando, atendiendo a mi gata, yo solita. Antes podía postergar algunas cosas, pero todo lo que necesita Miranda debe estar al día y por eso me organizo mejor, aunque no te niego que a veces es agobiante, pero uno saca fuerzas.

-¿Sientes que eres el arquetipo de la madre venezolana?

-Existe la mala costumbre de hacer comparaciones y yo creo que a cada quien le tocó la madre que le tocó ser. Las circunstancias de vida de cada quien son individuales y diferentes.

No es mejor madre la que le lleva una torta de cinco pisos a su bebé, que la que le lleva un ponquesito.

Madre es madre y cada quien hace lo que le corresponde hacer. Aunque la gente no lo crea, soy como muchas mujeres que tienen que madrugar a echarle pichón, a buscar el sustento. Tengo que recurrir a veces a la familia para que me ayuden a cuidar a la niña y cuando estoy con mi hija lo disfruto al máximo.

-¿Te consideras sobreprotectora por ser primeriza?

-No, pero tampoco me gusta que la toque gente extraña si estamos en la calle, porque uno no sabe qué han agarrado antes con las manos.

-¿Qué cosas cambiaron en la Astrid Miss Mundo y la de ahora madre?

-Soy más maternal. Ahora es como lo dijo Andrés Eloy Blanco: “cuando tienes un hijo, tienes a todos los hijos del mundo”. A mí me fascina ver películas, pero ahora mi programación de TV son los canales para chamos.

Uno es una figura pública y Miranda está creciendo ante el ojo público y la gente no te da licencia para que tú pierdas el control. Hay personas que se toman la libertad de emitir opiniones sobre qué es lo que tengo o no y cómo llevo mi maternidad. La gente tiene que ser más prudente a la hora de hacer sus comentarios a la ligera. Yo no soy más madre porque hago todo, comparada con otra madre que tiene quien la ayude.

-¿Por qué decides que nazca en Venezuela?

-Para mí era una prioridad que fuese venezolana. Yo soy de una familia numerosa y no me ubicaba dando a luz sin mi familia. Además, mi doctor vive aquí.

Venezuela me ha dado demasiado. Independientemente de lo que estemos viviendo me siento muy orgullosa de ser venezolana. Ni siquiera era una consideración que naciera en otro país.

Cuidados estéticos

  • Me colocaba cremas para prevenir las estrías en el cuerpo.
  • Siempre he sido muy cuidadosa con el sol.
  • Nunca me acuesto con maquillaje y tampoco lo hice en el embarazo.
  • No tuve problemas de caída del cabello, más bien se puso bello y las uñas me crecieron perfectas. La verdad, me sentía hermosa.
  • Era juiciosa con la alimentación y trataba de no comer mucho en la calle.
  • No fumo y eso me ayuda a conservar la piel, porque fumar la daña muchísimo.

Curiosidades de mamá

-¿Por qué el nombre de Miranda?

-Yo quería que tuviese su propia personalidad, por eso no le coloqué mi nombre pero sí le dejé Carolina. Me gustaban los nombres fuertes y escogí Miranda. Luego, curiosamente, supe que significaba digna de ser admirada, maravilla y prodigio. Y su nombre va con ella, porque tiene una personalidad fuerte, con carácter, pero se gana a la gente.

-¿Cómo celebran el Día de las Madres en tu familia?

-Siempre en familia. Este año no lo sé, porque voy a estar trabajando fuera de Caracas, con la obra de teatro: Venezolanos Desesperados, que actualmente está de gira por el interior del país.

-¿Qué le agradeces a tu madre, Odelia?

-La vida, el apoyo. Muchas veces le pregunto: “¿Cómo hiciste con seis?” Y ella me dice que antes éramos más tranquilos y las cosas eran más fáciles. Aunque mi papá, David Herrera, también está chocho con Miranda y le encanta peinarla.

-¿Momentos que te hacen babear como madre?

-Cuando se ríe y pela los dientes de abajo. Cuando llego del trabajo y mueve los brazos emocionada para que la cargue.

Cuando balbucea y me dice mamá.

 

Ficha de créditos Fotografía: Víctor Pineda Fotografía. Teléfono: 0212-571.54.61. www.victorpinedafotografia.com Maquillaje y peinado: Jesús Acacio. Teléfono: 0424-100.9790 / Instagram: @jesusacacio

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