domingo , septiembre 8 2024
Atlantic bottlenose dolphin (Tursiops truncatus).

Chapoteo de alta fidelidad

Por Hans Graf B. —@hansgrafbogran

Los delfines son las criaturas mas enigmáticas del mundo animal acuático y quizá también terrestre. Su inteligencia y su capacidad de comunicarse han despertado siempre la curiosidad de la gente y han maravillado al mundo científico. Son definitivamente sociales.

El delfín es uno de esos enigmáticos animales que nos permite entender lo compleja y maravillosa que es la naturaleza. Estos mamíferos acuáticos (familia Delphinae) son conocidos por su inteligencia y por tener un ritmo de vida muy peculiar, que incluye no solamente relaciones de grupo bien definidas, sino que también comprende un mecanismo de comunicación que de acuerdo a los investigadores es en extremo complejo.

Un delfin puede medir de tres a nueve metros de largo, dependiendo de la especie. Se contabilizan cerca de 40 tipos de delfines. El cuerpo de este animal es uniforme y la forma de su hocico es alargada, aunque varia de una especie a otra.

El delfin debe salir a la superficie a respirar, lo que logra con el orificio ubicado en la parte superior de su cabeza. Es por ello que si ha tenido la oportunidad de verlos, se la pasan subiendo a la superficie, no solo para respirar, si no también como parte de su conducta de “animal juguetón” que lo caracteriza. Esta última, no es una mera casualidad y tampoco un reflejo aprendido, sino que forma parte de su actividad social, amparado en un sistema de comunicación que le permite entenderse con sus similares y enviarles mensajes a otros seres vivos, entre ellos los humanos.

La red social de alta generación

Varios estudios científicos equiparan la comunicación de los delfines con la de los seres humanos, en cuanto a códigos y complejidad. El vocabulario (expresado en sonidos de diversa frecuencia) es en extremo rico, tanto como la variedad de sonidos. Un aspecto curioso es que cada delfín tiene ademas un sonido que es propio y que permite diferenciarlo del resto. Este, que funciona como una suerte de contraseña, lo aprende de su madre y se lo enseñará eventualmente a su cría.

Los sonidos que emite los genera en una especie de sacos de aire que se ubican cerca del orificio de respiración (conocido como espiráculo). Estos sonidos se dividen en ráfagas, “clics” y silbidos. El delfín no solo combina estos sonidos, sino que les da diferente modulación y puede variar la frecuencia para así generar su vocabulario. Es como una suerte de código Morse, que una vez descifrado, permitirá entender con mayor detalles el comportamiento de estos animales.

Uno de los sonidos mas curiosos es el “clic”, que funciona como un localizador. Otro de los elementos es que el medio de propagación (el agua) hace de esta forma de comunicación un instrumento poderoso por su alcance. Usando el “clic” de ecolocalización, no solamente pueden cazar mejor, sino que dan aviso sobre la presencia de otros depredadores.

Comidas en equipo

El delfin come carne. Su principal plato son los calamares, pero puede echar diente de cualquier otro animal que tenga el tamaño apropiado para ser masticado y digerido con facilidad. El delfín suele cazar solo por necesidad y lo hacen en grupo.

Este es uno de los principales rasgos de su sociabilidad. Van en grupo tras las presas y luego comparten. Hay ocasiones en las cuales pueden cazar individualmente.

Este animal es sin lugar a dudas uno de los que mayor curiosidad despierta en la comunidad internacional de investigadores y que ofrece infinitas posibilidades para entender que en el mundo animal hay todavía muchísimas cosas por descubrir.

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