Revista Sala de Espera Venezuela Revista Sala de Espera, Edición Venezuela
El próximo 21 de noviembre se estrena Game Over, una película dentro del género de “cine guerrilla” que quiere mostrar ese lado real y peligroso que tienen los videojuegos violentos en los jóvenes. Co-escrita junto a José Salinas y dirigida por Javier Castro, un joven con una trayectoria de vida muy particular, criado entre la parroquia el cementerio de Caracas y Maracay, ciudad donde emprendió su preparación artística por dos años. Al tiempo regresó a la capital con su familia paterna y cayó en el mundo de las drogas y la delincuencia, llevándolo así a visitar varios centros de rehabilitación hasta que él mismo decidió cambiar, no sin antes haber dormido en la calle, recogido latas y hurgado en bolsas de basura para poder comer.
El pasar por todas estas experiencias y su gran pasión por este arte, logró que su adicción por las drogas cambiara considerablemente por hacer cine, y así aportar de alguna manera un grano de arena para esa sociedad que tanto daña un adicto o un delincuente, demostrando: “que si se quiere se puede”.
Este es el tercer largometraje que Castro dirige bajo el género de “cine guerrilla”, es decir, con presupuesto limitado, actores no-profesionales, equipos prestados, cámaras digitales, apoyo de establecimientos privados, y locaciones reales. Luego de su primera producción titulada Otra Oportunidad, Castro logró captar la atención de La Villa del Cine, quien le prestó cámara, luces y un luminito para que realizara El juego final ganadora de más de cinco reconocimientos en festivales nacionales. Para el proyecto Game Over, además de la ayuda de la Villa del Cine y ya un poco más preparado, Castró logró que el CNAC y XENON FILMS C.A le apoyara, lo cual dio como resultado que esta película de bajo presupuesto llegue este mes de noviembre a las pantallas de cine.
Filmada en la parroquia de El Valle durante dos semanas de preproducción y seis de rodaje, se espera que la película tenga buena acogida en los sectores populares, ya que retrata de una manera realista y fresca la cotidianidad de nuestros barrios, pero no desde una óptica pesimista y clasista, sino dejando una moraleja acerca del papel que el entorno familiar debe jugar en la crianza de los más jóvenes.
“Hay gente nueva haciendo cosas nuevas, quiero mostrar que no hay una regla perfecta para hacer cine, cada persona tiene una historia que contar y un público al que llegar. Quiero que Game Over sea un llamado de atención para aquellos padres que no supervisan las actividades de sus hijos y que prefieren que estén viendo TV o jugando video juegos antes de que estén en la calle” explica Castro.
