viernes , septiembre 20 2024

Copa América 2015: Vestidos para golear

Las franelas oficiales de las oncenas de cada nación son un Símbolo Patrio contemporáneo. Y las grandes marcas deportivas dicen presente para vibrar en la cancha, en las graderías de los estadios chilenos, y de este lado de las pantallas de TV

Por Roberto Colmenares

Que por qué la albiceleste o la vinotinto o la roja o la canarinha. O inquiramos mejor: ¿por qué esos colores? Bueno, esa es una madeja que no deja de generar opiniones encontradas, toda vez que cualquier variación debe sortear sentimientos idiosincrásicos que es preferible dejar tranquilos. “A mí mismo —declara el comentarista Alexis Correia en El Estímulo— me resulta inseparable la selección de Richard Páez de la camiseta pegadita de la marca Atlética, mucho más elegante y sobria que cualquiera de los que ha usado Venezuela posteriormente, además de tener el que para mí es el tono exacto de color vinotinto”.

La raigambre tradicional de los símbolos de cada país si acaso acepta matices; recuerden al caballo que en su galopar brioso y veloz hacia la derecha, le torcieron el pescuezo a la izquierda y vean ustedes qué pasó: un completo barajuste. En todo caso, si de justas deportivas se trata impera esa conexión entre los jugadores y la fanaticada. En plan mimético los más hinchas se sienten plenos luciendo la franelilla no solo de su selección, si no aquella con el nombre y número de su jugador dilecto (así sea para pegar gritos desde las gradas con la panza rebosante de birra, o para llevarse las manos a la cabeza frente al televisor).

Aquí es donde los fabricantes deportivos hacen el agosto desde junio. Bastaría saber cuántas t-shirt con el 10 de Messi vende Adidas. De hecho, en esta Copa América esa es la marca que viste a la mayor cantidad de equipos, un total de cinco: Argentina, Colombia, México, Paraguay y Venezuela. Y no. Quienes se rasgan los trapos por ver a los seleccionados de Noel “Chita” San Vicente vestidos de Patria, habrán de esperar: los atletas seguirán pateando balones de vinotinto. Que les sirva de aliciente el amarillo chillón como de resaltador de texto en los vivos del uniforme principal, o el que baña de palmo a palmo la franela alternativa. De usarla, no faltará quien imagine a 11 pollitos catires en desbandada sobre el verde grama.

A la multinacional alemana le siguen con rezago la pisana Puma con los vestuarios de Chile y Uruguay, y la empresa ecuatoriana Marathon Sports que viste —¡faltaba más!— al team de Ecuador y a los deportistas de Bolivia (cuyos uniformes cosiera hasta el 2014 el fabricante peruano Walon). El atavío amarelho de Brasil corre por cuenta del gigante multinacional estadounidense Nike. Jamaica despachó el año pasado a los italianos de Kappa, y este 2015 estrena indumentaria Romai, marca árabe. La escuadra de Perú sale al engramado uniformada por los veteranos de Umbro, empresa de Manchester City, especializada en vestimenta y demás aparejos para futbolistas desde 1924. Bueno, si a contar vamos, la Copa América está a un año de ser centenaria.

Sobre detalles más específicos es preferible no ahondar: casi hasta el pitazo inaugural algunos fabricantes se reservaron los modelos finales. Por cierto, hasta último momento los anfitriones estaban como esas señoras del jetset que deshojan la margarita frente al escaparate; sólo que ellos en lugar de debatirse entre Prada o Dolce&Gabbana, lo hacían entre Puma o Nike. Resulta que el contrato de Puma con Chile vence justo después de esta edición de la Copa, y las negociaciones de si renovaban o no iban para largo. Hace apenas semanas todo se resolvió con Nike como nuevo responsable del guardarropa de la roja, aunque Puma cumple su responsabilidad hasta la actual competencia y paga dos millones de dólares a la selección chilena para tranquilidad de ambas partes.

Ya para cerrar los armarios de los jugadores de la Copa América, conviene saber que si bien cuando de sus uniformes se trata el color, como apuntáramos arriba, lo que salta a la vista —y a la cancha—, es el polyester, la microfibra que reina entre portería y portería, mezclado con porciones menores de algodón dizque orgánico, y spandex para la elasticidad. También hay coincidencia en lo siguiente: todas las telas llevan protección antibacterial, amén de un tratamiento de última generación contra los rayos ultravioleta. Y así como corre la cerveza, corre el sudor: la frescura es una exigencia y Adidas dice garantizarla con su tecnología “ClimaCool”. Por su parte, Nike replica con el avance hidrófugo “Dri-FIT”, que absorbe la humedad, haciéndola llegar a otra capa de la fibra que facilita la evaporación. De todas maneras, un gol anotado es un gol sudado.

Disfruta de la revista en Issuu

Revisa Tambíen

Guaco presenta ZigZag en plataforma digital

Con más de cinco décadas de éxito sostenido, Guaco sigue siendo sinónimo de movimiento y evolución, es …

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *