lunes , septiembre 16 2024

Cuando viajar es sinónimo de adrenalina

Atrás quedaron los días en los que la planificación de un viaje se medía por el número de estrellas del hotel, los paseos de ciudad plenos de museos, plazas y actividades de bajo impacto físico. Cuando se tiene sed de paisajes, se habla de turismo de aventura. En esta nota le presentamos una guía de lo que debe saber antes de armar su equipaje

Por Yesmín Sánchez

Al momento de elegir

Como cualquier vacación programada, el primer paso del turismo de aventura consiste en determinar la cantidad de días disponibles y la actividad o tipo de destino favorito de los pasajeros (playa, montaña, selva, desierto).

Una vez superada esa fase, es necesario seleccionar la empresa operadora de turismo a quien le encargará la organización de su aventura.

En este punto vale destacar la importancia de revisar con cuidado las referencias y experiencia de la operadora de turismo a contratar, ya que este tipo de actividades se realizan bajo la figura de riesgos controlados, es decir, existen peligros asociados a este turismo que deben ser minuciosamente estudiados.

Considerando que las locaciones de viajes de aventura suelen estar alejadas de la civilización, se debe seleccionar a expertos que garanticen seguridad e integridad de los participantes durante todo el trayecto.

Al momento de seleccionar el tipo de actividad, es esencial sincerarse con respecto a las capacidades físicas del pasajero, ya que es uno de los elementos que permitirán mantener la actividad en los niveles óptimos de placer y confort. Es decir, la mayoría de las veces los operadores turísticos clasifican sus actividades en una escala que va de fácil a fuerte, pasando por niveles intermedios.

La recomendación es no pecar de exceso de confianza y sobrestimar la condición física, porque puede convertirse en una verdadera pesadilla y afectar al resto de los viajeros -al no poder alcanzar el ritmo del grupo- o incurrir en lesiones físicas que podrían rayar en lo peligroso.

Perfil del explorador

A fin de conocer el perfil de los viajeros de aventura, dos operadoras especializadas en este tipo de turismo: SBA Nature Expeditions y Akanan Tours ofrecen detalles.

Stevie Borges, director de SBA Nature Expeditions, empresa con 35 años en el mercado, indica que han tenido pasajeros desde los 6 meses hasta los 92 años de edad. Por su parte, Juan Carlos Ramírez, de Akanan Tours, cuenta que la viajera de mayor edad ha sido su propia madre, a los 72 años de edad. Esto permite derrumbar el primer mito de que este tipo de aventuras tienen algún límite de edad.

Con respecto a sus ocupaciones, ambos voceros coinciden en señalar que la mayoría de sus clientes son gerentes y directivos de empresas los que se sienten atraídos por estas actividades.

Si bien la mayoría de los pasajeros que manejan este tipo de empresas son grupos (familiares o corporativos), siempre tienen espacio para esos viajeros individuales que se inclinan por este tipo de actividades.

Para Ramírez resulta llamativo que, en los últimos años, las empresas se animen a realizar sus convenciones y viajes de incentivos a destinos característicos del turismo de aventura. “La demanda nos obligó a crear una unidad de negocios para atender los grupos y corporativos para quienes organizamos eventos y convenciones en locaciones como Canaima, los llanos e incluyendo actividades como el rafting o kayak”.

Para atletas y principiantes

Ahondando en las actividades que se asocian con este tipo de viajes, la variedad es amplia.

Borges las detalla: “si quieren hacer un trekking a los tepuyes más altos o a una montaña andina, deberán estar en condición física máxima. Pero si ellos están listos para algo exótico, pero menos activo, que no desesperen, las vacaciones de aventura no están fuera de sus posibilidades. Hay paseos con caminatas, trekking suaves o de camping, tours culturales que les permiten conocer talleres de artesanos excepcionales y personajes únicos”.

Definitivamente, se trata de un tipo de turismo que busca adaptarse a la personalidad de quien lo solicita, es así como resulta común que aquellos pasajeros indecisos o que no están muy claros del destino al cual viajar, consiguen en los expertos, la mejor asesoría.

Venezuela: destino de aventura

La variedad de ecosistemas en un espacio geográfico relativamente pequeño, hacen de Venezuela un destino ideal para la práctica del turismo de aventura. Al respecto, Borges comenta: “una de las grandes ventajas de Venezuela, es poder pasar de un ambiente natural a otro en menos de dos horas, con una diversidad que va de excelentes playas, archipiélagos e islas a selvas y tepuyes, o llanos llenos de exuberante fauna, una hermosa Cordillera Andina, el extraordinario Delta del Orinoco, hasta preciosas áreas desérticas en Lara o Falcón”.

Para este vocero, otra ventaja del país frente a otras locaciones tiene que ver con la posibilidad de practicar cualquier cantidad de disciplinas deportivas. “Tenemos la envidiable ventaja de tener ocho contrastantes ambientes naturales, que aunado a la variedad de actividades y calidad profesional de nuestros operadores de turismo de aventura, le dan casi sin límite variadas opciones al mercado (trekking, kayaking, rafting, cañoning, montañismo, paracaidismo, parapente, salto de base, cabalgatas, submarinismo, velerismo, ciclismo de montaña, patín en línea y pare de contar)”.

Más allá de las fronteras

Pero si usted desea ejercer su espíritu aventurero con pasaporte en mano, más allá de nuestras fronteras también hay mucho por explorar.

En Akanan Tours, el proceso de selección del destino parte de la actividad que desee practicar el pasajero. Por ejemplo, si les interesa el rafting, la oferta puede incluir países como Costa Rica y Nueva Zelanda. Todo dependerá del presupuesto y el ímpetu de quien solicite el servicio.

Ahora bien, las opciones internacionales abarcan actividades de trekking de alta montaña como Kilimanjaro (Tanzania), Nepal, Machu Picchu (Perú), Cotopaxi (Ecuador).

Sin embargo, el carácter receptivo de este tipo de turismo es innegable. Es por ello que Akanan mantiene alianzas con operadores turísticos en países como Japón, Rusia, Inglaterra, Canadá, Estonia, Grecia, Polonia y Estados Unidos, quienes envían grupos con recorridos de 3 y 4 semanas por toda Venezuela.

El hecho de estar en contacto con una gran cantidad de turistas foráneos, les da a estos expertos una visión muy peculiar de nuestro país y de sus riquezas naturales.

Ramírez relata su experiencia en la materia. “Siempre nos impresiona la reacción de los extranjeros ante la naturaleza venezolana. Pareciera que el venezolano está acostumbrado a ella o no la valora tanto. Los extranjeros se echan a llorar cuando los llevamos al Salto Ángel, al navegar ríos majestuosos como El Caura o El Orinoco, o al sobrevolar por horas extensiones de selva virgen en Amazonas”.

De los momentos más conmovedores para Borges, el premio se lo lleva uno en particular. “El ultimo ‘aguado de guarapo? lo tuvo uno de nuestros tour leader con un grupo de médicos españoles de Sevilla en el aeropuerto de Puerto Ordaz, a quien le cantaron una sevillana y lo vitorearon. Como para tragar saliva”.

Aunque usted no lo crea

Al ser consultados sobre aquello que no puede faltar en la mochila de un viajero de aventura, ambos voceros presentan sus recomendaciones.

Para Borges, lo indispensable es “su espíritu de aventura”, mientras que Ramírez es más pragmático y se inclina por nunca olvidar “el kit de primeros auxilios”.

En general, los elementos esenciales de este tipo de viaje varían según la locación y la actividad a realizar, todo bajo la premisa de que un exceso de equipaje será pagado con horas de peso al hombro, por lo que el consejo más salomónico sería no llevar nada que no sea imprescindible. Su espalda se lo agradecerá.

En el otro extremo, lo más insólito que Borges ha visto cargar por un pasajero que no se resistió a abandonar la comodidad de la civilización resulta básico pero apreciado. “Un trekker a Roraima Tepui llevaba en su pesado morral una ducha solar para bañarse y no pasar frío al hacerlo”.

Otra anécdota jocosa que recuerda Borges ocurrió durante un viaje a los ríos del estado Bolívar. “Bajando en botes de rafting de travesía con dos remos de tres metros por el río Merevari, nos encontramos con unos indígenas sanema, que nos vieron como ‘bichos raros?. Cuando se acercaron para preguntarnos de dónde veníamos y hacia dónde íbamos, les comentamos que veníamos de Canaracuni e íbamos hacia Entre Ríos, y enseguida respondieron: ‘Están locos, eso es lejos. Pa ´que remar si existen los motores”.

Coordenadas:

SBA Nature Expeditions: reservasbanatureve@gmail.com

Akanan Tours: www.akanan.com

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