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A través del tiempo, el rol de la mujer en la sociedad ha variado significativamente, convirtiéndose en algo más que un símbolo de hogar y maternidad. Este estilo de vida tan agitado puede causar que algunas descuiden su salud, por lo que es importante que conozcan los cambios que se producen en el organismo con el paso de los años y los cuidados recomendados para cada edad.
En la adolescencia
Una de las etapas más importantes en la salud de la mujer, es cuando viene su primera menstruación. Aquí deben tener ciertos cuidados con la higiene íntima, el aspecto personal, el desarrollo físico y la responsabilidad sexual. Es recomendable realizar visitas periódicas a un ginecólogo de confianza para comprobar el estado de los ovarios, la regularidad de la menstruación y obtener información sobre cómo evitar embarazos no deseados y enfermedades de trasmisión sexual.
Entre los 14 y 16 años de edad aparecen patologías más constantes causadas por las hormonas: el acné, las estrías y la textura de la piel. Esto, más que todo, suele predominar en los días previos, durante y posteriores al periodo menstrual. También es muy común que el cabello se reseque y las uñas se debiliten.
Algunas maneras sencillas y naturales para aliviar las molestias que se presentan con la menstruación son, las infusiones de manzanilla, baños de agua tibia, el descanso necesario e incluso, el ejercicio. La buena alimentación y el consumo adecuado de agua durante estos días influirán en el buen estado de la piel y el cabello.
El estrés y la ansiedad son muy comunes tanto en la adolescencia como en la adultez debido a diferentes factores, por lo que llevar una mejor organización de la rutina, practicar yoga, salir con amigos o realizar alguna actividad agradable, ayudarán a reducir este problema.
Entre los 25 y 32 años
Las mujeres suelen dar inicio a la maternidad. Durante el periodo lácteo se crea el vínculo entre la madre y su hijo, por lo que organizaciones como la UNICEF y la OMS fomentan la importancia de la lactancia materna. Antes de dar a luz, la embarazada debe informarse sobre cómo amamantar y sus beneficios.
En la gestación se presentan los cambios más delicados a nivel físico y psicológico. Muchas mujeres son víctimas de la depresión prenatal al ver como su cuerpo se hincha y algunas zonas de la piel se oscurecen, igualmente ocurre luego de dar a luz. No es recomendable que la embarazada se trate a sí misma con remedios naturales, por lo que es preferible visitar a un especialista.
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De los 40 a los 50 años
Los exámenes mamarios se vuelven constantes, la piel se mancha, hacen aparición las primeras canas y arrugas, se dan los síntomas de osteoporosis e inicia la que marcará el final de la menstruación: la pre menopausia.
Con la menopausia se manifiestan cambios de temperatura corporal, palpitaciones, sudoración nocturna, falta de sueño y, por supuesto, ausencia de menstruación. Algunas mujeres tienden a caer en depresión al llegar a esta etapa, por lo que muchos especialistas sugieren el incremento de actividad física y sexual para recuperar la jovialidad.
De los 60 años en adelante
Comienza el camino a la tercera edad y es normal que aumente el colesterol, se intensifique la osteoporosis y suba o baje la tensión cardiaca en pocos niveles, al igual que pueden existir diminutas «lagunas mentales». Hay que tener en cuenta que olvidar situaciones y personas frecuentemente podría ser alerta de Alzheimer, por lo que los chequeos médicos constantes son fundamentales al pisar esta etapa.
Con información de Locatel
