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Bajo las condiciones idóneas, adoptar un perro o un gato trae más beneficios que dolores de cabeza. Un veterinario explica por qué es recomendable sumarlos a la familia
Por Magaly Rodríguez
Hay quienes le temen al compromiso de cuidar a un animal, pues representa una dependencia cotidiana. El veterinario Luis Carlos Velasco señala que, en efecto, hacerse cargo de uno es una responsabilidad de largo aliento, pues un perro o un gato pueden durar de 10 a 15 años. Sin embargo, también apunta con convicción que las satisfacciones que genera tenerlos sobrepasan con creces los deberes que se contraen al adoptarlos. “Estas mascotas sirven para canalizar muchas emociones y ayudan a emplear nuestro ocio de una manera productiva. En lugar de estar pegado todo el tiempo a una red social, ese mismo rato lo puedes invertir relacionándote directamente con otro ser vivo que necesita atención, comida, juegos, cariño y ejercicio y que te aprecia incondicionalmente”.
Velasco explica que adoptar una mascota también produce beneficios a la salud pública, pues cuando estos animales están en la calle sin los cuidados adecuados pueden ser transmisores de enfermedades. “A eso se suma que un perro sin esterilizar puede llegar a producir hasta 100 cachorros a lo largo de su vida. Por eso, cuando nos comprometemos a cuidar y esterilizar así sea a uno solo, ya estamos produciendo un impacto enorme e inmediato en nuestra comunidad”. Si bien algunas personas todavía se aferran a la idea de llevar a casa solo mascotas de raza, adoptar a un mestizo tiene otros beneficios. “La gran ventaja es que su genética es más compleja que la de perros de raza que solo se reproducen entre sí, con lo cual muchos riesgos de salud se reducen. Los perros mestizos tienden a ser más sanos y a vivir por más tiempo. Afortunadamente, la gente se está sensibilizando cada vez más con la adopción de mestizos y ese es un factor muy positivo”.
Cuando los cuidados son los adecuados -la mascota está bien alimentada, es desparasitada con regularidad, hace ejercicio y ha recibido sus vacunas- el riesgo de que se enferme significativamente es bajo, por lo cual las consultas al veterinario serían esporádicas. Y si bien el costo de la alimentación es una preocupación para muchos dueños bajo las circunstancias actuales, el veterinario hace algunas precisiones. “La gente tiene la idea de que el perro o el gato solo deben comer alimento seco para mascotas y que además este debería ser premium para que estén bien nutridos. En realidad, lo importante es que ese animal consuma las proteínas, grasas y carbohidratos según sus requerimientos de edad, raza, género, actividad física y otras características”. En vista del alto costo del alimento industrial, Velasco señala que sus dueños pueden asesorarse con un veterinario para saber qué ingredientes sustitutos usar, en función de diseñar esa dieta personalizada en cantidades puntuales para optimizar al máximo los recursos. Es la mejor manera de evitar que la mascota esté mal nutrida o sobrealimentada.
También es importante considerar las necesidades de espacio del animalito y de la frecuencia de ejercicio que requerirá, así como que haya consenso familiar en la acogida del nuevo miembro. “Lo que pasa es que a veces algunas personas ponen mil excusas y no se dan permiso para enamorarse de una mascota, pero a pesar de eso los animales callejeros son sumamente agradecidos y responden instantáneamente con señales de afecto”, dice Velasco. Esa interacción ayuda a liberar endorfinas y a mantenerse situado por más tiempo en el aquí y el ahora. “Por eso las personas que tienen una mascota son más felices que las que no la tienen”, agrega.
Si tiene dudas sobre la viabilidad de adoptar un perro o un gato y de los cuidados que requerirá, consulte con un veterinario y/o con otros propietarios de mascotas para recibir orientación.
