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Santiago (AFP).- Con la experiencia de sus figuras como estandarte, Chile llega a los Juegos de Rio de Janeiro-2016 con la mira en sumar medallas en gimnasia artística y triatlón, dos deportes ajenos a su palmarés olímpico.
Si en el pasado el tenis fue el talismán chileno, dándole cuatro de las trece medallas que ostenta en la máxima cita del deporte, en Rio-2016 las piruetas de Tomás González se roban la atención.
En el ocaso de su carrera, a sus 30 años, González llega a los Juegos dispuesto a dar todo por una medalla que en Londres-2012 se escapó en el último momento al quedar cuarto en las pruebas de salto y suelo.
«Puede ser ahora o nunca en unos Juegos olímpicos para mí», confesó González en entrevista con el diario chileno La Tercera.
«Por eso significa tanto volver a estar ahí cuatro años después, la posibilidad de llegar al máximo, de asumir esa carga (…) No voy a vencerme ahora».
La clasificación del gimnasta a los Juegos de 2016 fue sufrida y la logró con lo justo debido a problemas físicos, por eso es probable que en Río se presente solo en suelo.
Sin pensar en el retiro, el chileno eligió España para transitar la recta final de su preparación y asegura que si logra una medalla, un mes de vacaciones «en una playa desierta» sería su premio ideal.
Lejos de los movimientos exactos de la gimnasia artística, Chile se jugará otra gran carta en el triatlón con Bárbara Riveros.
Copacabana será el escenario para Riveros, que ganó el oro en los Panamericanos de Toronto-2015, tras quedar 16ª en la última cita olímpica.
A sus 28 años, la experimentada triatleta, con destacadas actuaciones este año en pruebas internacionales, admite que Río «es una oportunidad», pero prefiere dejar que «la historia se escriba» antes de imaginar siquiera un podio.
Chicas poderosas
Si bien en el equipo chileno de 42 atletas prevalecen levemente los hombres, las chicas se ganaron los titulares en la cuenta regresiva hacia Río.
Francisca Crovetto, bronce en los Panamericanos de Toronto y que participará en la modalidad de ‘skeet’ en el tiro, aparece como otro de los nombres a seguir.
Otra de las «superchicas» chilenas es Natalia Ducó, que competirá en lanzamiento de bala con la mira en superar el noveno lugar alcanzado en Londres-2012.
Estudiante de psicología, Ducó rechaza que su vida sea de sacrificio y descarta que su disciplina sea limitada porque al momento de actuar «no son sólo tres lanzamientos, es un todo, es la búsqueda de un momento irrepetible», declaró.
Muestra del poder femenino en el ‘Team Chile’ fue la votación popular que eligió a la abanderada de la delegación ya que las protagonistas de la campaña fueron Ducó, Crovetto y la maratonista Erika Olivera.
La veterana corredora Olivera ganó el honor de llevar el pabellón de su país en lo que será su quinto juego olímpico, un récord para el deporte chileno.
Mamá de cinco niños, la maratonista también copó los titulares fuera de las pistas al confesar en la previa a los Juegos que sufrió abuso sexual por parte de su padrastro en su infancia y adolescencia, una denuncia que despertó admiración en la afición.
Vuelve el tenis
Una de las grandes noticias para Chile es el retorno del tenis al equipo olímpico, tras su ausencia en Londres-2012.
Una presencia que se confirmó a último minuto y que tendrá a los doblistas Julio Peralta y Hans Podlipnik.
La pareja intentará emular la gesta lograda por Nicolás Massú y Fernando González que en Atenas-2004 le dieron la primer medalla de oro al país en Juegos Olímpicos en dobles. Massú repitió más tarde el dorado en individuales y González ganó el bronce.
En Pekín-2008, Fernando González ganó la plata.
En Río el desafío chileno es volver a figurar en el medallero, tras volver sin preseas de Londres-2012.
