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Lleno de orgullo por la victoria de su candidato en Eurovisión, Portugal celebró la hazaña de Salvador Sobral, recibido con júbilo por cientos de admiradores este domingo en el aeropuerto de Lisboa.
El joven, de pelo largo y barba corta, que espera un trasplante de corazón a causa de una grave insuficiencia cardíaca, llegó este domingo hacia las 15H00 (14H00 GMT) al aeropuerto de Lisboa, acompañado de su hermana mayor, Luisa Sobral, autora de la canción ganadora y cantante de éxito.
Decenas de fans lo recibieron gritando de alegría «¡Salvador! ¡Salvador! ¡Portugal! ¡Portugal!».
Escoltados por policías, el joven y su hermana tuvieron dificultades para abrirse camino entre la multitud reunida en el hall del aeropuerto, para poder llegar hasta el coche que los esperaba en el exterior.
Visiblemente aturdido por el recibimiento digno de una estrella de rock, el cantante saludó tímidamente pero sonriente a sus admiradores, sujetando un ramo de flores en la mano.
«Este premio va a provocar un poco de locura a mi alrededor, pero sé que es pasajero. A mí lo que me interesa es hacer música que tenga sentido», declaró durante una conferencia de prensa precedente al encuentro con los fans.
El desconocido que ganó Eurovisión
Sobral, un ‘crooner’ de 27 años, que canta pese a la insuficiencias cardíaca que lo tiene en la lista de espera para un trasplante de corazón, emocionó a los millones de telespectadores del concurso con su melancólica canción «Amar pelos dois» («Amar por dos»).
El portugués, que tomó una apuesta arriesgada cantando en su propia lengua y no en inglés —a diferencia de la mayoría de sus adversarios— logró también ganarse al jurado profesional, jugando en la distancia corta, con un registro intimista.
El tema que interpretó a ritmo de jazz fue compuesto por su hermana mayor, la cantante de éxito Luisa Sobral.
Alejado de los cánones hiperbólicos y despampanantes del concurso, famoso por las lentejuelas y las espectaculares coreografías, Sobral hizo de su victoria casi un manifiesto.
«Tratemos de cambiar esto y traer de vuelta a la música, que es lo que de verdad importa», dijo Sobral.
El portugués se impuso con el encanto de su fragilidad y su voz suave y trémula, a causa de sus problemas de salud.
