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El paisaje de la computación personal cambia aceleradamente. Sólo en su último trimestre, Apple despachó 17 millones de iPads, la quinta parte de los computadores personales convencionales
Hasta hace pocos años incluíamos entre los computadores personales o PC a los laptops y netbooks, junto a sus hermanos mayores de escritorio.
Las tabletas y los teléfonos inteligentes aparecen o aparecían clasificados hasta ahora en una escala inferior respecto a los computadores tradicionales, en gran parte porque no pueden con las tareas que exigen mayor capacidad de cómputo o aquellas que requieren un teclado separado y pantallas espaciosas; como el diseño gráfico o industrial, el cálculo científico intensivo o los juegos en alta definición.
Pero los usuarios favorecen los formatos emergentes sobre los PC convencionales y como muestra, sólo hay que observar lo que ocurrió en el primer trimestre de este año: los PC siguen congelados en 87 millones de equipos despachados, en escala mundial, mientras que las tabletas superan los 20 millones de dispositivos vendidos, pero con un ritmo de crecimiento formidable.
Apple acaba de anunciar que vendió 17 millones de iPads en su último trimestre, lo cual permite estimar que ya las tabletas, sumando las tabletas Android a las iPads, alcanzan casi un 30% de los PCs convencionales.
Adoptadores tempranos
Como toda tecnología que se inicia, las tabletas parecían al inicio artefactos mágicos, aunque pronto se revelaron como dispositivos muy convenientes en su manejo y transporte, mejor preparados para el consumo de información que para la creación de contenido.
Casi inmediatamente comenzaron las predicciones sombrías para los PC y la usual alharaca sobre la desaparición de los computadores convencionales. Pero así como los libros no reemplazaron las catedrales —como enciclopedias moralizantes para las masas medievales- ni la radio reemplazó los periódicos, ni se dio la anunciada muerte de los medios tradicionales con el advenimiento de Internet; las tabletas llegaron para coexistir con sus anticuados hermanos computacionales.
Y también llegaron para legitimar nuevos usos de los computadores, como los libros electrónicos, revistas y periódicos que renovaron su formato para adaptarse a la nueva pantalla y nuevas maneras de ver la información. Antes de las tabletas, a nadie se le había ocurrido que la cronología de Twitter podía convertirse en una revista digital, una idea que las aplicaciones tipo Flipboard o sitios como paper.li ayudaron a materializar.
Lo que nos espera
Hay tabletas para todos los gustos. La iPad es la reina del mercado y hay serios rumores que saldrá en breve en un formato de 7,85 pulgadas, ante el éxito que han tenido Samsung con la Galaxy Tab, Google con su tableta Nexus 7 y Amazon en EE UU con la tableta Fire. Una iPad más reducida, a un precio de 300 dólares enfrentaría con éxito a las mencionadas aún si están por debajo en precios.
Hay dos modalidades nuevas en el mercado: la Slate 7 de Samsung, que es de 11,6 pulgadas y el “7” es porque viene con Windows 7. Su punto fuerte es que tiene la potencia de una laptop pues trae un procesador Intel Core i5 de última generación. Su problema es el precio, más de 1.000 dólares.
Microsoft despachará en breve dos tabletas con marca propia (primera vez que la creadora de Windows sale a competir con HP, Dell, Lenovo y otros fabricantes) y con una gran novedad: la cubierta plástica que trae es también un teclado ultra delgado, así que resuelve elegantemente los problemas de introducción intensiva de datos.
Finalmente hay que destacar un esfuerzo local: las tabletas Quad-core —chip de cuádruple procesador?de Síragon que comenzaron a comercializarse por debajo de los 4 mil bolívares (WiFi) mientras que la versión 3G cuesta 4.490 bolívares.
Una relación precio valor muy buena frente a la iPad.
