Revista Sala de Espera Venezuela Revista Sala de Espera, Edición Venezuela
En esta ciudad hubo, por decirlo pronto, un cambio de mentalidad de un lugar que se veía a los ojos de propios y extraños como una cárcel sin cerraduras, como un lugar inhóspito con personajes en sus calles que hacían, de su estadía, un infinito
Por Yamandú Botella — Cortesía de: Hoteles InterContinental – Copa Airlines/Aero República
Ir a Medellín hoy, después de visitarla en 1994, parece un cuento… pero uno mágico. Sorprende ver todo lo que se ha hecho por cambiar su imagen en todos los sentidos: en lo urbanístico, en la seguridad, en el trato de la gente y en los servicios públicos. En la ciudad existen varios paseos irrenunciables que nos hablan de esa transformación maravillosa a lo largo de, aproximadamente, 15 años.
Uno de ellos es el Jardín Botánico, cuyos espacios presentan vegetación de todo tipo y ofrecen caminos de ensueño donde el pensar se hace recurrente, como si la flora que allí reina nos invitara a sumergirnos en ella.
Por convenio con la Alcaldía de Medellín, el Jardín Botánico queda abierto al público sin restricciones, lo que logró en 2009 la llegada de 2.800.000 personas de todas las edades.
Se realizaron en el sitio conciertos, desfiles, exposiciones, muestras de orquídeas y eventos que reunieron a científicos del mundo. Conjuntamente con la Universidad de Leeds, en Inglaterra, se digitalizaron más de 560 muestras botánicas y se formó una red de parcelas forestales de Colombia que se actualizará cada año.
Allí se encuentra, como si la meditación fuere extemporánea, el restaurant In Situ. En medio de su cuidada decoración, respetuosa del entorno, se ofrece un menú singularmente llamativo. Con la Tienda del Jardín y el Café del Bosque, In situ brinda una esmerada propuesta gastronómica. Todo allí es de excepción.
El Metro Cable
Tomar el Metro en Medellín es una experiencia. Todo señalizado, es un lujo pasear en él. El Metro Cable une a la ciudad con el barrio Santo Domingo, un lugar restringido en la década de los años noventa para aquellos que no tuvieran que ver con el narcotráfico. Las bandas se movían por allí a su antojo e hicieron del barrio una “ciudad prohibida”.
Hoy, al bajar en una de las tres estaciones que están en su recorrido ascendente, nos topamos con los niños del lugar. Se trata de unos verdaderos cicerone que lo acompañan por sus calles, mostrándole todo lo que hay allí, en medio de una verdadera democracia lugareña.
Al final está ahí, con una presencia impactante, la biblioteca que los reyes de España donaron a la ciudad. Un monumento a la inteligencia que alberga en su interior una biblioteca, un centro de internet y todo lo que la gente desea. Las personas mayores tienen un lugar para leer cuentos, charlar y hacer teatro. Es éste un hallazgo impactante en el medio del cerro, con una notable perspectiva y un lujoso despliegue arquitectónico.
Acuario Parque Explora
El metro lo lleva a ver el acuario de agua dulce más grande de Latinoamérica. Está poblado por una fabulosa selección de la gran diversidad de peces de la fauna colombiana.
Usted camina y, a lo largo del sendero, verá peces de todo tamaño, con sus nombres y su historia. Es un espectáculo andar por el acuario entre tanto pez, pasear junto al agua que parece meterse en uno. El recorrido incluye un guía graduado que explica todo paso a paso.
Cerca de allí se encuentra el Parque de los Deseos, que ofrece un recorrido de atracciones de fenómenos del cosmos y la relación del hombre con los astros. No en vano allí se aloja también el Planetario Municipal.
El pueblo Paisa
Este es una muestra de todos los pueblos que conforman el escenario antioqueño. Allí se observan su iglesia, unas minitiendas y un mirador enorme que ofrece una vista de toda Medellín.
Las casitas a lo largo del camino, llenas de color, otorgan a los antioqueños y a su pueblo un toque particular.
Botero y sus figuras
En medio de una plaza gigante se encuentran las imágenes de Botero, ese artista universal nacido en estas tierras que subyuga por el tratamiento que da a sus esculturas gordas, rimbombantes y llenas de ese toque que ya es universal.
En una construcción antigua está el Museo de Botero, con su vida contada en sus fotos, sus figuras llenas de color y cuadros que nos hablan de un largo conversar con el arte.
Hotelería
Holiday Inn y el Hotel Intercontinental son los mejores ejemplos de ese savoir faire de la hotelería.
Allí encontrará todo lo que necesite: piscina, gimnasio, canchas de tenis, restaurantes, salones para eventos y áreas para convenciones.
Le recomendamos visitar El Fogón de Piedra y 360´. Están en una ciudad que cuenta con enormes y bien instalados centros de placer que resaltan por su esmerada atención y por contar con la mejor cocina colombiana.
Centros comerciales
Camino Real, San Diego, Comercial Unicentro, Monterrey Grand Mall, Premium Plaza Mall, El Poblado, El Tesoro Shopping y Oviedo Mall son algunos de los puntos para compras que usted puede visitar.
En ellos, además de hacer sus pedidos, encontrará cientos de lugares donde podrá divertirse, desde cines hasta casinos.
Y para una buena rumba…
La Zona Rosa es un sector privilegiado. Desde el Parque El Poblado, subiendo por la calle 10, se encuentran bares y discotecas para todos los gustos y bolsillos. El Parque Lleras es un espacio ideal para la rumba.
El Eslabón Prendido es un lugar en el centro donde usted puede ver bailar a los expertos en la salsa. Vea también el barrio Colombia, un nuevo paraje para pasar bien la noche.
