Revista Sala de Espera Venezuela Revista Sala de Espera, Edición Venezuela
Sala de Espera.- Entre todos los personajes icónicos del cine se puede decir que Norma Jeane Baker Mortenson -o como la conocemos todos- Marilyn Monroe, es uno de los más significativos. Es un ícono del pop-art y su nombre es sinónimo de belleza, sensualidad y talento. Desde su aparición hay muchas que han querido emular su encanto.
Marilyn nació un día como hoy en 1926, en la ciudad de Los Ángeles, Estados Unidos. Sus nombres de pila son en homenaje a las dos actrices favoritas de su madre Gladys Pearl Baker: Norma Talmadge y la rubia Jean Harlow. Grace Mckee, mejor amiga de su madre y a quien le quedará su custodia por un tiempo, fue quien despertó en ella el deseo de ser actriz.
Tuvo una difícil niñez marcada por las múltiples ocasiones en que fue dada en adopción, a causa de la inestabilidad económica y emocional de su madre, también fue abusada dos veces. Se casó a los 16 años, para evitar que la internaran en un orfanato.
Luego de que su esposo, James Dougherty fuera enviado a Australia durante la Segunda Guerra Mundial, Marilyn trabajó junto a su suegra en una fábrica de municiones: la Radio Plane de Burbank.
Más tarde, supo cotizarse como una importante modelo y fue portada de múltiples publicaciones. Su esposo estaba en contra de que desarrollara su carrera artística, lo que la motivo a divorciarse.
En 1946 fue contratada por el estudio Twentieth Century Fox para trabajar como extra de cine durante seis meses. El ejecutivo que la contrató fue quien le propuso su nombre artístico: Marilyn por ser el nombre de la actriz Marilyn Miller y Monroe, por ser el apellido de soltera de su abuela. Una de sus primeras interpretaciones fue como telefonista en la película musical The Shocking Miss Pilgrim. También hizo de camarera en Dangerous Years.
En 1953 tuvo su primer papel protagónico, a petición del propio presidente de la Twentieth Century Fox, Darryl F. Zanuck. Su papel fue Rose en el largometraje Niágara.
En diciembre de ese mismo año, apareció en la portada inaugural de la revista Playboy. Para la publicación utilizaron unas fotos que Marilyn se había tomado en 1949, para un calendario.
Su primer gran éxito cinematográfico fue su estelarización junto a Jane Russell en la película Los Caballeros las Prefieren Rubias, donde interpretó a la despampanante cantante y bailarina, Lorelei Lee. El musical Diamonds Are a Girl´s, que formó parte de ese filme es considerado un clásico.
Luego protagonizó Cómo Casarse con un Millonario junto a Lauren Bacall y Betty Grable y Río sin Retorno, con Robert Mitchum y Rory Calhoun.
Fue en la película The Seven Year Itch (de 1955-56) donde usa el legendario vestido blanco que se le sube mientras se para sobre una ventilación del Metro. Allí actuó junto a Tom Ewell.
Tras un breve descansó de las pantallas, que aprovechó para estudiar actuación en el Actors Studio, en 1956 fue nominada a un Globo de Oro por su muy aclamado papel como Cherie en Bus Stop.
Conformó su propia casa productora, Marilyn Monroe Productions, y justo después de casarse con Arthur Miller, rodó el filme El Príncipe y la Corista, bajo la dirección de Laurence Olivier. El papel le valió una nominación como Mejor Actriz al premio BAFTA.
Something’s Got to Give fue la última película de Marilyn de un total de 30 producciones.
Aunque su muerte fue tratada oficialmente como suicidio, múltiples inconsistencias en las averiguaciones hacen de las causas reales un total misterio. Se sabe que un diario que llenó detallando sus vivencias y donde posiblemente mencionaba secretos de Estado, que pudo conocer durante su relación con los Kennedy, desapareció extrañamente de entre sus pertenencias luego de su muerte.
