lunes , septiembre 16 2024

Quinta Castellana: donde los detalles y la atención marcan la diferencia

Un lugar puede ser recordado por su buen o mal servicio. Eso lo tiene muy claro el equipo que conforma la empresa Quinta Castellana, que ha sabido aprovechar la publicidad boca a boca y se ha hecho lugar en un mercado tan competitivo como el de la organización de eventos sociales y corporativos

Por Yubelitze Angarita Borges — Fotografía Carolina Márquez

El buen gusto y la atención destacan, sobre todo, cuando satisfacen las expectativas de las personas, les brindan placer y generan emociones positivas que facilitan el disfrute de un momento. Por ello, organizar un festejo no es una tarea sencilla. Requiere paciencia, minuciosidad, inventiva y una visión amplia que permita llegar a aquellos elementos que deleitarán a los invitados.

“Las personas van a donde les gusta ir. Por esta razón, el cliente siempre debe pensar cómo quiere su evento y el impacto que desea causar en el recuerdo del público que asista. Eso es algo que siempre le pedimos cuando solicita nuestros servicios y, si no lo sabe, lo orientamos”, señala Carlos Aranguren, gerente de Quinta Castellana.

El salón blanco, ubicado en la Torre La Castellana (local 4 y 5), ya tiene reconocibles ventajas en cuanto a la amplitud de sus dimensiones: dos pisos (327 mts2); el color blanco minimalista que se adapta a cualquier decoración; buena ubicación en un área de fácil acceso; vigilancia privada y estacionamiento local.

Sin embargo, aunque el área de la organización de eventos representa un mercado noble -y más en un país cuya población se caracteriza por tener un espíritu festivo-, siempre hay que lograr competitividad. Tras una lógica evolución, el equipo de profesionales que integra Quinta Castellana decidió ampliar su oferta. La buena noticia es que ahora, además de su salón, también ofrecen el servicio a domicilio.

“Lo que hicimos fue trasladar la experiencia que adquirimos en el ramo de festejos al lugar donde está el cliente, con el mobiliario y los materiales que sean necesarios, adaptando nuestros servicios a su ocasión sin perder el cuidado de los detalles. En sí, Quinta Castellana Express es sólo una continuación de la tradición que ya tenemos.

“Estamos conscientes de que el aprendizaje es continuo. Aunque bien es sabido que ‘el cliente siempre tiene la razón?, tenemos la capacidad para orientarlo cuando requiere de nuestra experticia. Nuestro objetivo principal es prestar soluciones, ya sea en nuestras instalaciones o fuera de ellas. Por ejemplo, una vez un señor nos contactó para celebrar los quince años de su hija y nos pidió que la chica entrara al salón montada en una moto. ¿Qué hicimos? No nos negamos, sino que inmediatamente pensamos en todos los factores para que eso fuera un éxito. Incluso en la seguridad, en caso de que lloviera, o un plan B por si teníamos que cambiar la idea original”, comenta Aranguren.

Asesoría personalizada

El ambiente agradable y la comida también se fijan en la memoria. Actualmente, según explica el gerente, la tendencia de los eventos es hacia el relax, cero protocolo. Incluso, las decoraciones se presentan combinadas con secciones tipo Tai o lounge, lo cual relaja la estancia de los invitados.

Y como el buen gusto también se recuerda en el paladar, otro elemento importante cuando se organiza cualquier tipo de evento es la comida y la bebida que van a ofrecerse, sean pasapalos, buffet o variadas estaciones. La ventaja de Quinta Castellana es que tienen a su chef, Oswaldo Simancas, en casa. Simancas se encarga de preparar el menú, sugerir la variedad, supervisar las proporciones de los pasapalos y coordinar el servicio según el tiempo que dure el festejo.

“Cuando nos contratan, siempre notificamos que es imprescindible incluir nuestro servicio de comida y nuestro personal para atender, porque ambos elementos van de la mano con la filosofía de calidad de servicio. Una persona que se sienta bien atendida y sea tratada con respeto es alguien que no sólo va a salir satisfecho, sino que va a querer volver”, destaca el gerente.

A lo anterior, el chef agrega: “Cuidamos mucho la presentación de la comida, que para mí es muy importante. Además, siempre busco evolucionar lo clásico y transformarlo con los productos que nos ofrece el país. Por ejemplo, varié la clásica tartaleta de harina a una cesta de plátano con rellenos variopintos: de pabellón, salpicón de mariscos, mousse de salmón, mousse de camarones. Nuestros tequeños son famosos porque los servimos con una salsa de papelón que gusta mucho.

“La idea no es vender por vender, sino orientar al cliente para que incluya en el presupuesto lo que realmente necesita consumir, de acuerdo con el número de invitados y el target, porque no es lo mismo una fiesta de quince años que una boda o un evento corporativo. Además, hacemos la recepción de la bebida. Al final del evento, se le entrega al cliente las botellas vacías y las que sobraron”, subrayan tanto el chef como el gerente, para aclarar que la honestidad también va incluida en la oferta de servicio.

Salpicones de datos para cualquier ocasión

Los pasapalos seleccionados para servir en un evento deben comerse en 1 ó 2 bocados.

Tomar en cuenta el target de los invitados para elegir el menú. Si son unos quince años, los jóvenes van a preferir masas, frituras y una fuente de chocolate -que nunca falla-. Si es un evento corporativo, se combinan las opciones (ceviches, carnes, frutos del mar, terrinas, brochetas, entre otros) y si es un evento de moda y estética la tendencia es hacia lo light (pasapalos exóticos y la cocina panasiática).

La cantidad de pasapalos se escoge dependiendo del evento y su duración, número de invitados y si habrán otras estaciones como buffet.

Es recomendable incluir siempre una mesa de queso y embutidos, aunque sea pequeña, sobre todo si el evento es de noche. Esto amplía la variedad de opciones. Se calculan 100 gr. por producto y por comensal.

Los tequeños nunca deben faltar, son los reyes de toda fiesta y es recomendable servirlos en la parte intermedia del programa.

Para calcular la bebida: si es whisky, se prevé 4 tragos por persona. De una botella se sacan entre 13 y 15 tragos. Vino: 2 ó 3 copas p/p. De una botella de vino se sacan aproximadamente 6 ó 7 copas. Estas cantidades siempre deben ser calculadas por cada uno de los asistentes y según la duración del evento.

El número de mesoneros es muy importante, porque hablará de la atención en el evento. Cuando se elabore el presupuesto, hay que recordar que la situación ideal es que se incluya un mesonero por cada 10 a 15 invitados (máximo).

Para contactos:

www.quintacastellana.com

Tlfs: (0212) 740-2263 / 262-1140

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