jueves , septiembre 19 2024

Sabores distintos para un desayuno de domingo

Por Vanessa Rolfini / @VRolfini

A primera vista, da la impresión de que los desayunos pueden tornarse repetitivos y poco variados. Cereal, arepitas, tostadas, empanadas y cachitos durante la semana, mientras que los fines de semana se disfruta de un copioso y relajado desayuno de domingo con arepas, panquecas, perico o alguna especialidad de la familia. Pero, ¿se ha animado a desayunar en un restaurant chino o árabe? Tal vez sea una idea difícil de concebir, porque con toda seguridad es una experiencia distinta, totalmente fuera de lo común. Ambas gastronomías están llenas de estereotipos, pero alguna vez se ha preguntado ¿qué desayunan? Seguramente, se llevará la mayor de las sorpresas.

Toque especiado y cremoso

Todos los domingos, desde las ocho de la mañana hasta el mediodía, la gente de Pincho Pan ofrece especialidades libanesas que no están disponibles el resto de la semana: Pizzitas al faj hechas al momento con carne o mucho orégano, Knefe de sémola (que consiste en una torta de sémola y miel rellena de crema fresca), pasteles rellenos de acelgas, espinacas, carne y pollo y los deliciosos Shaabiyet (pasteles rellenos de crema y bañados con miel). También encontrará dulces como baklawas, maamuls rellenos de dátiles o nueces, flor de dedo y esos platillos árabes de siempre, que este día sólo preparan por encargo.

El lugar es modesto. Desde afuera, le costará creer que en el piso uno de ese edificio se esconde uno de los centros de producción de cocina libanesa más interesantes de la ciudad. Al frente siempre hay varios carros estacionados de los clientes que, semana a semana, pasan por ahí a buscar sus viandas. Pero cuando traspase el umbral, le sorprenderá encontrarse con un espacio amplio y un fuerte olor a orégano, canela, pimienta y miel. Tendrá ante sus ojos decenas de bandejas donde reposan dulcitos árabes de todos los tipos y, sobre una gran mesa central, lo esperarán los pasteles.

Al fondo, hay una plancha de forma cóncava donde se cuecen las pizzitas con un olor que es imposible obviar; más allá, en otra mesa, reposan las Knefe de sémola, y al otro lado hay un juego de comedor de rattan donde algunas personas conversan mientras esperan su pedido. Casi todos los clientes hablan en árabe y salen con bolsas rebosantes de todo tipo de delicias. Al fondo, los estantes de la pared están llenos de platos envueltos en papel celofán que brilla con el reflejo de la luz, los cuales contienen dulces para cerrar el desayuno como corresponde.

Sus propietarios son Milat Kaawi y Michel Alwan, dos cocineros de origen libanés que, por esos avatares del destino y del amor, llegaron a Venezuela con el nuevo milenio. Desde hace un poco más de siete años ofrecen su talento culinario en la empresa Pincho Pan. Hace poco abrieron una sucursal en los Palos Grandes, donde ofrecen principalmente comida salada, pero las especialidades de los domingos sólo las encontrará en la avenida Victoria.

Al momento de cancelar la cuenta, sentirá que puede darse ese gusto con frecuencia y con el aditivo de la calidad, la frescura y una explosión de sabores poco común.

Desayune como los chinos

La zona de El Bosque es donde se asienta el fuerte de la comunidad china en Caracas. Para empezar, allí funciona su club social, el cual da paso los domingos al famoso Mercado de los Chinos. La visita al mercado por sí sola es una experiencia fuera de serie. Se encontrará con todo tipo de productos, cuya etiquetas son indescifrables para los occidentales. Podrá encontrar vegetales, hojas y raíces -algunas conocidas y otras no-, además de la maravillosa pastelería china que es poco difundida por estos lados.

En la misma calle, hay tres opciones para desayunar. Una se encuentra dentro del propio mercado. Al entrar el restaurant, ubíquese a mano izquierda. Al fondo, justo al frente, se ubica el vendedor de pato laqueado —llévese uno a casa, no se arrepentirá-. Su comida es más tosca y sabrosa, en especial las sopas.

Al lado del mercado funciona el restaurant Lai King, uno de los primeros en ofrecer desayunos, conocidos como Tin Sam o Dim Sam. Consisten en incontables cuenquitos, cestas de vapor y platicos con preparaciones como torticas, gyosas, empanaditas, pasteles rellenos de cochino, mariscos, pollo, vegetales, maní, jengibre, granos… es casi imposible enumerarlos, porque cada vez que uno se asoma a los carritos y las mesas con la comida, aparecen preparaciones distintas, hechas al vapor, a la plancha, salteadas, fritas y horneadas.

Todo viene servido en pequeñas porciones de números impares, acompañadas con tres tipos de salsa: agridulce, picante y “de ciruela”, que en verdad no está hecha con la fruta en cuestión sino con caraotas negras. Sin embargo, ha quedado así para evitar todo tipo de explicaciones que se dificultan por la barrera idiomática -y el sabor es a ciruelas-. Durante el desayuno, puede tomar té rojo o verde que le llevarán en jarras de dimensiones generosas.

Recientemente, hay una tercera opción: el restaurant Casa Deli. Es amplio y bien iluminado. Posiblemente, pocas meses estén ocupadas por criollos. Tenga paciencia, porque el personal de servicio cuenta con un español limitado, pero ponen todo su esfuerzo en atender a su clientela.

En la entrada le recibirá una muchacha que prepara a la plancha todo tipo de empanaditas y torticas. A su derecha, encontrará dos carritos llenos de cestas al vapor con pasteles, empanadas y envoltorios en hojas (lo más parecido a niños envueltos), algunas hechas con masa de wantón y otras de masa con las que hacen los rollitos primavera, que transparenta y es ligeramente más gomosa.

La barra se llena de platicos con preparaciones dulces y saladas. La dulcería china es muy interesante; por ejemplo, hacen gelatinas de frutas, tortas, enrollados crujientes de frutas, pasteles y una especie de tartaleta rellena.

Apenas entre, le entregarán una tarjeta llena de caracteres chinos. Cada vez que seleccione algo, lo anotarán allí. Todo lo que coma es delicioso; en ocasiones, le dirán “pollo” y sólo Dios sabe a qué se refieren con “pollo”. En verdad puede ser pollo, pero también conejo o gallina, así que hágase a la idea y disfrute. Cuando pregunte, no recibirá muchas explicaciones, así que déjese llevar por lo que le parece provocativo a la vista y al olfato. Si padece de alguna alergia, es importante que se cerciore.

La recomendación en este caso es llegar temprano, pues funcionan a partir de las 7 hasta media mañana. No agarre todo lo que va a comer de una vez, seleccione los platos progresivamente. Puede suceder que, al ver tanta variedad, termine tomando cosas que no probará porque se sentirá más que satisfecho. Además, a cada rato ofrecen cosas distintas. Si decide llevarse a los niños, piénselo bien, a menos que se trate de esos muchachos que comen de todo.

Al final, cuando le llegue la cuenta, sentirá que los precios son más que justos. Saldrá de allí feliz, con un tipo de desayuno diferente a lo acostumbrado, con mucho que contar, con ganas de volver y entendiendo que la comida china no es sólo arroz, lumpias, pollo agridulce, costillas y chop suey.

Recuerde, los desayunos sólo se sirven los domingos.

Pincho Pan: Av. Victoria, Edificio Segucar, piso 1 (frente a una bomba PDV). Telf.: (0212)633 2881 / 6327835.

Restaurant Casa Deli: Av. Principal entre Av. Santa Clara y Av. El Carmen. Diagonal al Bingo. Telf: (0212) 731.1428/0332.

Recorridos al mercado chino

Diana Garrido organiza, el último domingo de cada mes, un recorrido por el mercado chino que incluye el desayuno en el Lai King. Es una experiencia fantástica, porque Diana es paciente, sabe mucho y es una excelente guía. Contáctela por el correo artemisa2965@yahoo.com.ar

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