Por Jackeline Rivero.
Los retos de la vida diaria nos pondrán entre la espada y la pared muchas veces. De hecho, es hasta posible que nos encontremos con el mismo escenario complicado varias veces a lo largo de nuestras vidas, y con situaciones que no podemos evitar. Ante eso solo podemos decidir cómo reaccionamos, cómo lo enfrentamos, cómo lo vivimos y ser optimista puede ayudar mucho.
Ser optimista no es ser tonto
Muchas personas realistas aseguran que ser optimista y esperar lo mejor de las situaciones es una pérdida de tiempo, sin pensar que ver el lado positivo de las situaciones que enfrentamos puede traernos muchos más beneficios de los que podemos conseguir con tan solo contemplar lo negativo de las cosas.
Asume que las cosas buenas pueden pasar
¡No estamos viviendo en una novela mexicana! Las cosas buenas pueden pasar, el mejor resultado posible puede pasar, lograr lo que quieres puede pasar.
Tienes que tener en mente las posibilidades y si bien, lo mejor no es hacerse de falsas expectativas, es vital tener claro que existe el chance de alcanzar el objetivo planteado.
Mantén los pies sobre la tierra, pero seguir pensando que lo puedes lograr
No hay necesidad de desestimar tus sueños, piensa que si no están a tu alcance, lo estarán.
Ser optimista te ayudará a tener una mejor visión de lo que eres capaz y sobre todo. Al tener visualizado eso que tanto quieres, podrás obtener mejores resultados.
Por último, tienes que saber que el mayor enemigo del optimismo suele ser tu propio autosaboteo.
¡Es hora de creer que lo mejor sí te puede pasar!