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Nueva York (AFP).- Serena Williams contra Venus Williams, un platillo gourmet saboreado varias veces por los amantes del tenis, tendrá una nueva degustación el martes en el Abierto de Estados Unidos, en Nueva York, cuando las dos hermanas se midan en cuartos de final del último Gran Slam de la temporada.
En partidos de cuarta ronda de este domingo, Serena doblegó a su compatriota Madison Keys por un doble 6-3 y Venus despachó 6-2, 6-2 a la estonia y 152ª jugadora mundial Anett Kontaveit.
Será la 27ª ocasión en sus carreras en que se enfrenten red por medio.
Serena, de 33 años, lidera el duelo 15 victorias a 11 y ha ganado los últimos seis consecutivos. Y será también la quinta vez en los US Opens, con balance de 2-2.
Por primera vez en muchas temporadas, toparán dos veces este año. Serena ganó el primer duelo en tercera ronda de Wimbledon, en julio pasado y con un doble 6-3, camino a su 21ª corona de Gran Slam.
«Venus viene jugando muy bien en este momento, tengo que jugar mi mejor tenis frente a ella, pero lo que es bueno es que habrá sin dudas un Williams en las semifinales», dijo Serena al pie de cancha tras derrotar a Keys.
Serena ya ha ganado este año los tres primeros torneos grandes: el Abierto de Australia, el Abierto de Francia y Wimbledon, y puede convertirse en la primera jugadora en lograr el Grand Slam en año calendario desde que la alemana Steffi Graf lo hiciera en 1988.
«No siento presión porque ya tengo el Serena Slam (haber ganado los cuatro títulos grandes a caballo entre dos temporadas). Mi objetivo, más que cualquier otra cosa, es ganar el título aquí por cuarta vez consecutiva», insistió Serena, invicta en el US Open desde 2011.
Serena busca su 22º título de Gran Slam para empatar con Graf en cantidad de lauros grandes en la era de los torneos Abiertos. Y acercarse a la legendaria Margaret Court, que archivó 24 coronas de este tipo. Pocos dudas en que incluso la rebasará, pese a sus 33 años.
Venus renacida
Venus, un año mayor, ganó el US Open en 2000 y 2001 y fue también número uno mundial. Pero su carrera sufrió un parón cuando se le detectó que sufría del Síndrome de Sjogren, padecimiento que daña el nivel de energía, causa fatiga y dolor en las articulaciones..
Empero, este domingo mostro una energía multiplicada para eliminar en apenas 50 minutos a su rival 15 años más joven.
«Espero que podamos cumplir en los cuartos de final», admitió la mayor de las hermanas Williams
«Estoy tan orgullosa de Serena. Es una persona que me inspira y creo que también yo le inspiro», añadió Venus, que por sus problemas médicos llegó a caer en los más bajo del ránking mundial, pero poco a poco ha ido recuperando posiciones hasta el puesto 23 que hoy ocupa.
Proyecto Williams, el Sueño Americano
La historia de las Williams es la historia del llamado «Sueño Americano». Un padre negro, de un barrio marginal, que un dia, mientras tomaba una cerveza frente al televisor y supo cuanto dinero ganaban las tenistas, vio la fórmula para salir de pobre.
Richard Williams y su esposa, Oracene Price, juntaron todos sus ahorros y mudaron a toda la familia desde Saginaw (Michigan) a Compton, en Los Angeles californiano. Cierto que habían recalado en otro barrio pandillero, pero sus dos pequeñas hijas de 3 y 4 cuatros años, Serena y Venus, podrían practicar en canchas públicas.
Ese fue el comienzo de una historia que se ha reproducido en miles de páginas de periódicos y revistas, libros y hasta en el celuloide. El film «Proyecto Williams» desmenuza el fenómeno.
Cuando Serena tenía cuatro años y medio de edad ganó su primer título, y antes de cumplir los 10, ya había ganado 46 de los 49 torneos en que compitió. Las hermanas llegaron a ser las número uno en la categoría infantil en California.
Sus carreras marcharon juntas. Llegaron los títulos, premios y fortuna, y también la suspicacia cuando, convertidas en estrellas mundiales, comenzaron a enfrentarse en torneos de la WTA.
El episodio del torneo de Indian Wells de 2001 las marcó, cuando Venus no se prsentó -alegando estar lesionada- a un partido de semifinals contra Serena, dejándole la puerta abierta para medirse a la belga Kim Clijsters.
En venganza, las Williams vetaron el torneo, y no fue hasta el 2014 en que regresaron, perdonadas y bendecidas.
